Todos los expertos del adelgazamiento coinciden en que, para perder peso de manera permanente, hay que adoptar buenos hábitos alimenticios, pero también practicar un mínimo de actividad física. Entonces, ¿cómo hacer deporte si no eres un deportista o si no tienes tiempo de acudir a una cancha, a un gimnasio o a una piscina? La respuesta es simple, basta con cambiar algunos hábitos en tu vida diaria para acumular algunas microsesiones deportivas. Una de ellas consiste en no utilizar el ascensor para volver a descubrir los placeres de la escalera. Sea cual sea el piso donde vives, el esfuerzo que realizas al subir y bajar las escaleras te permitirá quemar calorías y recuperar el tono muscular. Para sacar el máximo partido de este ejercicio, recuerda adoptar las posiciones adecuadas para trabajar toda la zona abdominal, los glúteos, los muslos e incluso las pantorrillas. ¡Venga, con energía! (Para los que viven en un bajo: opta por la bicicleta en lugar del coche).
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